Más allá de hermanos, este fuerte vínculo fraternal que nos une a Víctor y a mí es también nuestra sensibilidad y una cierta relación con el mundo que nos une. Una visión humanista y sensible de nuestro entorno, la escucha y una postura poética, artística, con todo lo que nos rodea. Cómo dar un paso al costado en tu conexión contigo mismo, con los demás, para abrirte a posibilidades en un mundo en constante cambio.

Nuestros caminos se cruzaron en la escuela. Con Víctor no faltaron los temas y los intercambios fueron siempre intensos. Su visión y sus opiniones sobre el mundo son una melodía que resonará durante mucho tiempo.

Conocí a Víctor cuando era subdirector de recepción en Jiva Hill Resort y era mi supervisor de prácticas. Inmediatamente supo guiarme, apoyarme, capacitarme y sobre todo transmitirme la pasión que tenía por la hostelería. Él fue mi ejemplo, siempre un buen consejo. Crecí profesionalmente cada día gracias a él. Siempre seguirá siendo mi mentor.

Quentin 28 años, el mejor amigo de Víctor, desde la guardería nunca nos hemos abandonado.

Consejos valiosos, apoyo profundo, amabilidad, humor pronunciado son los términos que mejor definen nuestra relación.

Amigos desde hace muchos años, Víctor me acompañó en todos los momentos importantes de mi vida, sus consejos y sus largas reflexiones fueron la esencia misma de nuestra complicidad.

Víctor tenía sueños que coincidían con sus ambiciones.
Supo revelar el potencial de cada persona que conoció, tanto a nivel personal como profesional. Estaría orgulloso de esta beca a su imagen.